Autocultivo: genéticas de cannabis favoritas de 421

Antes de revisar las cepas de marihuana que mejores resultados nos han dado en nuestros cultivos, te recordamos que en 421 podés encontrar:

• una guía de cultivo exterior para gente que no sabe cuidar plantas;

• una guía de cultivo indoor low-cost para tener porro todo el año;

• y un tutorial sobre cosecha de cannabis, como sea que la hayas cultivado.

Ahora sí, repasemos las genéticas favoritas de 421.

Super Lemon Haze (Green House) x Juan

La primera vez que fumé Super Lemon Haze pensé que no habría posibilidad de conseguir mejor porro. Corría 2010 y el autocultivo no estaba en los niveles de hoy. Existía la Revista THC, aparecía la Haze y la información circulaba más rápido que en la década previa, pero todavía no había growshops a la calle ni bancos de semillas locales ni páginas radicadas en Argentina que las vendieran. La única forma de adquirir genéticas novedosas –si no estabas en el círculo interno del autocultivo o no conocías a los popes que acumulaban años de experiencia– era tirarse un lance al exterior.

Chumajek era un grow shop español, ubicado en las Islas Canarias, que mandaba semillas a Argentina camufladas en libros, cajas de cartón y hasta imanes, para evadir los controles del Correo, la Aduana y la AFIP. Un amigo consiguió así unas semillas de la entonces bicampeona del mundo creada por GreenHouse, la Super Lemon Haze (SLH), cruza de Silver Haze y Lemon Skunk. El resultado fue increíble. Al año siguiente, en el verano de 2011-2012 tuve mi primer cultivo y la elegí. Los resultados fueron buenos y, desde entonces, la SLH quedó dentro de las plantas que me gusta cultivar cada tanto.

Pero pasó el tiempo, las genéticas fueron variando y el autocultivo argentino tuvo su big bang. Lo que antes considerábamos como genéticas "old school" (Northern Lights, Jack Herer, Silver Haze, Acapulco Gold) quedaron olvidadas. Y las genéticas que en algún momento habían sido las "nuevas" pasaron a convertirse en "vieja escuela": White Widow, Tangie o Silver Lemon Haze se convirtieron en el piso de la nueva generación de genéticas.

La SLH sigue siendo cultivada y reproducida por bancos como BSF o Silver River Seeds. Las características que hicieron de ella una gran planta siguen ahí: muy buen pegue –en mi experiencia "para arriba"–, un gusto cítrico difícil de encontrar tan claro en otras plantas y una genética bastante estabilizada que da plantas de similares características. Todas condiciones para convertirla en un viejo nuevo clásico.

Critical Smog Auto (Gold Seeds) x Luis

Se volvió muy jodido conseguirla, salvo mediante clonadores, pero esta genética fue tan hermosa que al menos merece este homenaje. Las plantas más fáciles de cultivar, más ricas y más generosas en peso que tuve. La Critical Smog autofloreciente que hacía Gold Seeds, una genética descatalogada de un banco que parece haber desaparecido, era espectacular.

Como toda Critical, bien rendidora (400g x m2) y sin dramas para crecer sana, fuerte, tupida. Rapidísima para la cosecha (65 días), buena para espacios chicos o para manijas que necesitan tener porro nuevo todo el tiempo –TKM–. Índica dominante, cruce de la clásica Critical + con auto. En pinta, una petisa culona.

Con un perfume dulce y frutado, de esos que te hacen dar vuelta cuando los sentís en un recital o al aire libre. Dicho sea de paso, mega buen pegue (16/18% de THC) para hacer cosas afuera. Y en la boca, como comer una copa de helado con frutas y nueces, un postre para las papilas, para el corazón y para el bocho.

Lo que sí, bastante sedante (nivel medio de CBD), muy sillonera y altamente terapéutica. Te extrañaré por siempre, Critical Smomg autofloreciente de Gold Seeds.

Black Kush 98 (Gea Seeds) x Luis

Podés preferir un sabor más así o un pegue más asá, pero la Black Kush 98, de la familia de Semillas de Colección de Gea Seeds, está cerca de la perfección. Es una feminizada con resultados óptimos de gran espectro, con dominancia índica casi total y herencia afgana: Black Domina x Black Domina 98, que a la vez viene de cruces de Northern Lights y Afghani.

La planta produce mucho y crece rápido sin dar problemas: en dos meses está lista. Tiene una cantidad copada de THC (20/23%) y CBD alto, así que cubre el espectro terapéutico-recreativo alivianando el dolor, la ansiedad y la angustia sin descuidar las caricias mentales y el impulso a la simpatía. Tiene un barandón boscoso, presente, y un gusto intenso entre dulzón y apimentado.

Para indoor es bárbara, veloz y resistente, y puede dar hasta medio kilo por metro cuadrado. Pero, si se le da tiempo, en exterior puede dar árboles robustos con ramas bien cojudas. Según la nutrición y el clima, sus hojas verde oscuro pueden tirar a ese hermoso color moretón que las corona de elegancia y les da nombre. Bien laburados, los cogollos quedan densos y compactos.

Si te gusta el porro, te va a gustar la Black Kush 98, pero si encima te gustan narcóticos, relajantes, esos porros que estiran el tiempo, esto termina siendo un manjar que pega fuerte.