"Sólo soy un hombre hecho de carne. Vos estás en internet mirando pies" - Viagra Boys, Man Made of Meat

Corría 2021, pleno auge del trap, el "género urbano" y las Bizarrap Sessions. La mayoría de los usuarios argentinos de X –aún se llamaba Twitter en esa época– habían decretado la muerte del rock. La discusión musical pasaba por sí el "género urbano" era el nuevo rock. De un lado los viejos meados, del otro los pibitos de oro que se querían comer el mundo.

Bajo este clima de acta de defunción rockera, una tarde soleada visité a mi amigo Augusto, quien entre porro y porro puso un video de YouTube acompañado de una sonrisa picarona y un "Mirá esto, gordo". Sonaron los primeros acordes del tema y pensé: "Qué hijo de puta, lo encontró". Nos pasó así toda la vida: un loop de encontrar cosas, mostrárnosla y esperar unos años a que se vuelvan populares.

Ése fue mi primer contacto con Viagra Boys y con la convicción de que el rock no estaba muerto sino todo lo contrario: estaba en pleno renacimiento. Sólo había que saber buscar.

"Ain't Nice", del disco Welfare Jazz, de 2021

Todos los elementos cerraban perfecto. Banda sueca de post punk con cantante yanqui, gordo, tatuador y jugador de Magic: The Gathering. ¿La música? Suficientes riffs, distorsión, noise y hasta elementos progresivos como para no levantar una sola queja. Solidísimos por donde se los mire. ¿El gesto diferencial? El saxo, instrumento que, como pueden leer en el post ya citado sobre death metal progresivo, está en una fase de pleno redescubrimiento por parte de algunas bandas europeas.

Un sonido que a nosotros nos remite inmediatamente a Los Redondos o a Sumo. Que nos vienen bárbaro citar porque el cantante de Viagra Boys, Sebastian Murphy, también parece estar muy comprometido con el fino arte de la autodestrucción. O, al menos, con dejar todo, pero absolutamente todo, arriba del escenario. Como el pelado de anteojos negros admirado por toda la juventud argentina –ustedes eligen de cuál de los dos estamos hablando–.

"Research Chemicals", del EP Consistency of Energy, de 2016

Al ya de por sí suficiente sonido de la banda –suficiente como para hacer una carrera en base a ello–, a las cantidades bestiales de energía desplegada en el escenario hay que agregarles el fino humor que maneja la banda. Desde los nombres de los temas, a los discos, a las letras, todo está finamente gasificado con dosis precisas de ironía y post ironía. No es poco. Es una banda que desde el humor y la autoconciencia destruye cualquier tipo de pose pretenciosa de rockero estándar.

El tono de la banda se puede captar rápidamente en otro de sus clásicos inmediatos: "Sports", en el cual enumeran una serie de actividades "deportivas" para realizar ni bien uno se levanta temprano, tipo doce del mediodía:

Smoking dope, short shorts,
Cigarette (wiener dog)
Getting high in the morning
Buying things off the internet

Con esta combinación explosiva de rock, autodestrucción y humor boludo, Viagra Boys se lanzó en un exitoso viaje para conquistar los escenarios mundiales. Y para ello se valieron de cuatro discos de estudio que reseñaremos brevemente a continuación.

"Sports", del disco Street Worms, de 2018

Street Worms (2018) & Welfare Jazz (2021)

Street Worms es el disco debut de la banda y de alguna forma funciona en tándem con el siguiente, Welfare Jazz. Tiene algunos de los destellos que se verían más adelante y canciones que marcan el rumbo de la banda: "Slow Learner", "Sports" y "Just Like You". En el título de "Amphetanarchy", que me parece un tema copado, se presagia el tipo de juego de palabras (y de ideas) que más adelante la banda va a convertir en una marca registrada.

Welfare Jazz funciona de alguna forma como una segunda parte del primer disco. La búsqueda es la misma, el chiste es el mismo, las canciones copadas suenan en la misma línea. "Ain't Nice", "Creatures" y "In Spite of Ourselves", una colaboración con Amyl Taylor de Amyl and the Sniffers, banda que merece una nota aparte pero que transita el mismo camino que Viagra Boys, aunque con un marcado estilo punk. Una cantante del re carajo, con una energía escénica de puta madre y destinada a ser otra de las bandas de la nueva resurrección.

Para los interesados también estan las Shrimp Sessions, que capturan bastante bien el espíritu en vivo de Viagra Boys. Recomiendo además porque son una ventana a una de las obsesiones de la temprana época de la banda: los camarones.

Cave World (2022)

Cave World fue el primer disco de los Viagra del cual estuve pendiente para su lanzamiento, dado que en los anteriores todavía no era seguidor de la banda. Las expectativas estaban altas y no sólo para nosotros, sino que ya todo el periodismo de rock estaba avivado del fenómeno y había puesto alguna ficha ahí. El disco es conceptual y tiene como tema el encierro y sus consecuencias en la intensificación de la estupidez humana.

"The Cognitive Trade-Off Hypothesis", "Big Boy", "ADD" y "Return to Monke" son temas que tranquilamente parecen sacados de nombres de capítulos de Círculo Vicioso. Lo cual habla de que más o menos todos los gordos estábamos en misma sintonía pandémica, mirando memes de monos y anhelando vivir en mundo algo más básico del que nos tocó. Al disco en sí, como totalidad, le falta un poco de polenta. Pero está bien, es un buen lanzamiento y dejó algunos temazos. Todo pelota.

Viagr Aboys (2025)

Creo que, como disco, es el mejor hasta la fecha. Un disco redondo. Si bien puede que no haya abundancia de hitazos ("Man Made of Meat", "Uno II" y "You N33d Me" pueden llenar tranquilamente ese lugar) es un disco que podés escuchar de punta a punta sin siquiera sospechar en saltear un tema. En este caso, si bien la cohesión no es tan conceptual como en Cave World y no está cimentado en temas icónicos como los primeros dos discos, el paseo completo es un 10. Es el más disco de los cuatro y el que más variedad compositiva tiene, sin comprometer para nada el rumbo de la banda. Un disco de madurez, además de publicado por su propio sello, Shrimp Tech Enterprises.

Viagra Boys en Argentina

Después de un fallido anuncio para la primera edición del Primavera Sound en nuestro país, la banda no volvió a anunciar fechas en Argentina. Desde entonces, varios gordos venimos desplegando una operación de baja/media intensidad para poder concretar esa posibilidad.

En esa cruzada me encontré con al menos dos compañeros de viaje: el querido Juan Enrique Ruffo y nuestro embajador musical Dylan León Masa A.K.A. Dillom, quien ha logrado establecer una relación de tipo amistosa con el querido Sebastian Murphy.

Murphy y Dillom, foto subida a Instagram por Julián Lona

Nos juegan en contra la distancia y la creciente popularidad de la banda, pero no tengo dudas de que eventualmente pisarán nuestra tierra. Las gestiones para lograrlo hace rato que están en marcha, pero cualquier información las puede poner en riesgo. Toca confiar en el proceso (?).

Mientras aguardamos ansiosos concretar la llegada de la banda de la época a nuestro país, lo cual tendría un nivel histórico de "gesta", les dejo esta humilde playlist para que los que aún no se metieron de lleno lo hagan y disfruten de Viagra Boys.