El de Magic: The Gathering es uno de los mercados secundarios más importantes no sólo entre juegos de cartas y otros coleccionables sino en la historia de la cultura popular. Y esto es aún más llamativo porque el núcleo de ese tejemaneje son las cartas, los propios elementos del juego; y no derivados como juguetes, películas, series o merch.

Esta es, entonces, una guía teórico-práctica para la compra-venta de cartas Magic. Es un acercamiento a sus productos oficiales, las dinámicas de su mercado secundario, y una propuesta de estrategia para ordenar, seleccionar, cotizar y vender cartas.

De dónde salen las cartas Magic

En Magic no hay un modo oficial de conseguir una carta puntual. Es precisamente eso lo que las vuelve coleccionables y da origen a su gigantesco mercado p2p trasnacional, que al año genera millones de transacciones entre jugadores, coleccionistas, tiendas y dealers. Esto es una parte fundamental de la capa social de Magic. Y también es la causa de la inversión especulativa en el TCG creado por Richard Garfield en 1993 y distribuido por Wizards of the Coast, propiedad de Hasbro desde el 2000.

No importa que tengas la plata para la mítica más cara. Si el fabricante no la vende suelta y ningún holder la quiere largar, cagaste. Sólo se consiguen cartas en sobres o comprándoselas a alguien que haya abierto un sobre, corta. A veces el que los abre es una tienda, a veces las tiendas les compran las cartas a otros jugadores, pero el origen es siempre el pack, el booster.

Estos paquetes solían traer una tierra básica, una carta rara, tres infrecuentes y diez comunes, al azar dentro de sus parámetros de rareza y su expansión o set, como se llaman las distintas tandas de cartas oficiales. Cada colección que aparece aporta más hechizos –que cambian la correlación de fuerzas entre los distintos tipos de mazos–, presenta locaciones inexploradas y suma capas de lore al multiverso lúdico-narrativo de Magic.

Tipos de sobres o boosters

Por dos décadas, el Booster Pack fue el paquete por defecto. En 2019 fueron reemplazados por un desdoblamiento entre Draft Booster, Set Booster y Collector Booster, con distintas ratios de cartas por rareza. En 2024, los de Draft y Set se discontinuaron para dar paso a los Play Boosters, con menos comunes y hasta cuatro raras. Estos son los packs que se usan para jugar Draft y Sealed. Desde el set Aetherdrift, vienen en cajas o booster boxes de 30 sobres (antes 36), que cuestan unos 120/140 USD en su lanzamiento y luego se suelen estabilizar en los 100/110 USD.

Los que sobrevivieron fueron los Collector Boosters, con entre cuatro y ocho raras o míticas, más otras de menor rareza. Pero lo que más los distingue es la variedad en los tipos de presentación de estas cartas: foil, extended art, borderless, showcase. Vienen en cajas de 12 sobres y salen 200 a 300 USD. Son puro y duro Magic premium.

Cajas, bundles y mazos prearmados

Además de las cajas de 30 play boosters o 12 collector boosters, existe otro empaque divino, el Bundle (antes Fat Pack), con 8 o 9 play boosters, un dado especial y una tanda de tierras comunes, foil y/o full art. Además traen una contenedora rígida fachera, coleccionable en sí misma. Pero al igual que con todos los sobres oficiales de Magic, es imposible saber su contenido, ya que los packs se arman al azar, como las figuritas.

Los que sí tienen previsibilidad son los mazos preconstruidos que se venden de fábrica. Decks de 100 cartas listos para jugar EDH / Commander, con reimpresiones de cartas difíciles de conseguir y otras flamantes que pueden terminar siendo muy buscadas en el mercado secundario. Y finalmente, ya sin utilidad por fuera de aprender a jugar Magic, están los Starter Decks. Los mazos de Commander y Starter son los únicos preconstruidos oficiales actualmente, y suelen salir con cada expansión del juego.

Mercado saturado de cartas premium

Por intermedio de Wizards of the Coast, Hasbro lanza cada vez más productos premium a una frecuencia cada vez mayor, lo que se volvió su principal estrategia comercial. Tiene sentido: sale lo mismo imprimir una tierra básica berreta que la misma tierra en edición limitada (como las básicas meme con el texto de reglas completo del Secret Lair), pero el rendimiento que le saca la empresa a ese cartón entintado es mucho mayor.

Secret Lair es una línea de productos de edición limitada que consiste en packs de unas pocas cartas predefinidas, entre 3 y 7, en un mix de clásicas y otras más nuevas que se volvieron staples o son icónicas. Pueden compartir temática o tipo, haber sido ilustradas por un mismo artista o ser colaboraciones especiales. El distintivo de las Secret Lair es su arte alternativo con ilustraciones únicas, y pueden venir en variantes foil, arte extendido o borderless. Su precio varía entre los 70 y los 140 USD.

Universes Beyond, por último, es un segmento "feat", donde los personajes, la historia y el entorno de otras franquicias e IP entran a la jugabilidad de Magic: The Gathering. O sea, un modo de tener un TCG de altísima calidad de otro ecosistema cultural, como Street Fighter, Warhammer 40,000, Evil Dead, Dungeons & Dragons, El Señor de los Anillos, Jurassic Park, Marvel, Monthy Python, Hatsune Miku, Godzilla, Fallout o Final Fantasy, uno de los últimos en sumarse.

DISCLAIMER: el rediseño constante del contenido de los boosters y el rebranding esquizoide de Magic vía Hasbro trajeron hipersegmentación en los productos oficiales y bardos de precios y stock en el mercado p2p. Sin contar que, además, este acostumbramiento a soltar cartas en distintas versiones le agrega capas extra de exigencia cognitiva al juego. Ya no sólo hay que reconocer una versión de una carta sino tres o cuatro variaciones estéticas o más, contando cartas obsequio o promo. Jamás hubo tantas variantes de un mismo hechizo ni tanto quilombo para saber qué te están jugando. Imaginate al venderlas.

Escasez, estado y utilidad: el valor de una carta Magic

De todo lo escrito se desprenden algunas cosas, como ser que el sistema de rareza de cartas determina su escasez. Si bien con los play y collector boosters la cantidad de raras que se abren por paquete se multiplicó entre cuatro y ocho veces, sigue vigente la lógica de que existen menos míticas que raras, menos raras que infrecuentes y menos infrecuentes que comunes. Además, los tratamientos especiales y las versiones promo generan distintos tipos de escasez para una misma carta. De una mítica borderless foil, capaz que en todo CABA se abren seis copias.

El estado de conservación de una carta también es clave en su precio. La diferencia entre una casi intacta (near mint) de 5 USD y una copia de esa carta con los bordes gastados puede ser de centavos, pero para cartas que valen cientos o miles de dólares, la rebaja se vuelve significativa.

Ahora bien, ni la rareza ni el estado de una carta determinan tanto su precio como su utilidad y versatilidad en el juego. Cartas requeridas por mazos muy populares, o por muchos decks, tienen alta demanda. Si se juegan en múltiples formatos, más. Y ahí entra la dinámica de todo mercado: si encima la oferta es baja porque es una carta escasa, si nadie quiere venderla o si tuvo una sola impresión hace muchos años, entonces el precio puede llegar a subir muchísimo.

Demanda: por qué buscamos esa carta

Buscamos ciertas cartas Magic para ganar más a menudo, como aquellas que ofrecen poder, inevitabilidad y dominio sobre las del oponente; o para divertirnos más al jugar, como algún engine para un mazo combo absurdo. A veces son criaturas o planeswalkers espectaculares y a veces una simple común que hace algo chiquito pero que, puesta en el mazo correcto, resulta letal. Entonces, lo primero que tenemos es la demanda por el valor funcional de una carta, relacionado a su relevancia en el meta y a su versatilidad para encajar en varios decks o formatos.

Estos puntos están en permanente tensión debido a que todo el tiempo salen cartas que cambian el meta: un removal más eficiente, un lord que origina un mazo tribal inexplorado. Por el contrario, los baneos juegan en la demanda negativamente, al bajar la búsqueda de esas cartas. Y después está la competencia interna entre las distintas versiones de una carta, entre foils, reimpresiones, borderless, showcase y promos.

En paralelo hay otra capa de demanda que tiene que ver con factores fuera del juego: cartas buscadas por coleccionismo, por haber sido ilustradas por determinado artista, ser un missprint o parte de un ciclo. O por motivos de especulación, ya sea por estar en la Reserved List, porque no hay reimpresiones o porque se viene un set de temática afín. Y estas fuentes de demanda vienen no sólo del circuito de Magic sino también desde afuera, como en el caso de las copias estándar de The One Ring, que sumó la demanda del fandom de Tolkien.

Oferta: qué tan fácil es conseguirla

Del otro lado tenemos la oferta, las cartas disponibles. Y el primer vértice de la oferta es la escasez: cuántas copias de una carta hay en los catálogos de los locales y las tiendas online, en las carpetas de jugadores y dealers. Y no sólo eso, sino de qué edición, en qué estado, en cuál idioma. Y, ojo, porque pueden haber salido de imprenta millones de copias de una carta, pero el circulante real sólo se determina por la apertura de sobres.

La oferta de cartas en el mercado secundario (tiendas, grupos en redes, canje p2p, marketplaces) obviamente depende de la rareza in-game. A veces las más raras bajan de precio porque hay una reimpresión que agranda el suministro o porque ya no las usa nadie; y a veces las comunes suben porque aparece un nuevo mazo que las usa y quien las tiene no está dispuesto a venderlas porque valen dos mangos. Sitios como MTG Stocks facilitan el trabajo llevando los movimientos de precios diarios de cada carta.

Los formatos y la ventaja del jugador

Por estar expuestos a los formatos qué más dependen de nuevos sets, los jugadores de Draft y Standard pueden acopiar mucha data sobre lo que pasa en el mercado secundario, además de saber las escalas de precio de los productos oficiales y –esto es lo más importante– tener conocimiento del meta, de "lo que se está jugando" y las tácticas eficientes en cada formato. También pueden identificar cartas que resuelven un problema o que podrían ver resignificada su utilidad si sale un set con temática afín, y a partir de eso subir de precio. Pasa también con jugadores de formatos creados por la comunidad como Pauper, Pre Modern o Commander, aunque en su caso suelen tener un pool de cartas más sectorizado, por época, colores o mecánicas.

Modern y Pioneer tienen metas muy dinámicos que también se ven afectados por las cartas de los nuevos sets, pero en menor medida porque son formatos sin rotación. Si bien algunos mazos pueden quedar obsoletos de una semana a la otra, también pueden regresar después de un baneo, una reimpresión o una carta nueva que sale. Por otro lado, los principales cimbronazos en Modern suelen venir de sets específicos para el formato, como Modern Masters o el más reciente Modern Horizons.

Cómo vender tus cartas Magic: The Gathering en 6 simples pasos

Cada jugador de Magic tiene su manual de juego, de estilo y de diplomacia comercial. Hay muchas formas de vender cartas sueltas, pero la mayoría caen en el tryhard. En una época me manejaba con seis solapas de Brave, cruzando stock, precio, meta, spoilers. ¿Para qué? ¿Por cartas de 12 USD o que podían subir un par de mangos? Nunca más. Te van a decir que tenés que hacerle scalping a una carta de 0.25 USD, vos dejá que hablen y entregate a lo elemental: tu objetivo es conseguir el 80 por ciento de lo que valen tus cartas pero con el 20 por ciento del esfuerzo. Eso es lo que intenta esta guía. Chill de cartones.

Paso 1: ordenar

Liberá, limpiá y secá la mesa más grande que haya en tu casa y poné todas las cartas que quieras vender. Hay quien las acomoda por color, coste de maná o tipo de carta. La posta es separarlas por set, así es más fácil navegar los precios. Si son muchas, separá por color dentro de cada set.

Paso 2: seleccionar

Hay dos formas rápidas de identificar cartas de precios relevantes en un set. Una es ver el listado de singles de cada expansión en Star City Games y ordenarlo por precio descendente, pero tenés que andar filtrando foils y además SCG tiene precios fixeados para cartas de poca circulación. La mejor es revisar la lista de cartas destacadas y precios de MTG Goldfish, que discrimina por formato y set y solamente lista las cartas a tomar en cuenta por su costo. Cruzando los datos de estas webs con tus cartas sobre la mesa, vas a identificar las vendibles de cada set.

Paso 3: desmalezar

En Magic y muchos TCG se conoce como bulk a las cartas que ni tienen un precio relevante ni son muy jugadas ni son atesorables por fines de colección o especulación. Ahí cae casi todo lo que no figure en los listados del Paso 2. Estas cartas se pueden vender en lote en marketplaces (Mercado Libre o el de Facebook) o a dealers y tiendas que las usan para armar mazos de cortesía o iniciales. Se pagan muy poco, y tal vez convenga venderlas como cartón en chatarrerías, pero aún así salvan unos mangos. Hay quienes se las regalan a los nuevos jugadores o las usan para hacer tokens o proxies. Al sacar el bulk, te van a haber quedado sobre la mesa las cartas con value, las que están por sobre el nivel de precio de su rareza. Y ojo que también hay value en cartas baratas de gran utilidad, escasas o en versiones alternativas, pero esa revisión viene después.

Paso 4: cotizar

Si bien usar MTG Goldfish para sondear cartas vendibles resuelve un montón, nadie toma en cuenta ese precio al tradear. Goldfish es más un indicador de demanda activa que un valor de referencia de precio. Conviene ver qué plataforma se usa como referencia en tu área (Star City Games, Card Kingdom y TCG Player son las más habituales) y guiarte con ella para ver precios a la hora de publicar una carta a la venta o que alguien te pregunte su valor en un torneo.

Paso 5: encarpetar

Acomodá las cartas con value en una carpeta, por color. Hay quienes acomodan por set, color y número de carta, o por tipo de hechizo. Al pedo. Con ponerlas por color, el 95% de los jugadores lo van a agradecer. Hay variedad de carpetas de distintas calidades y tamaños, y todo el mundo de accesorios de Magic es un negocio en sí mismo, pero hasta la carpeta más básica alcanza. Ponele esmero en acomodarla bien y tenés un gran plus.

Paso 6: vender

Ya sabés qué tiene valor, ya lo ordenaste y lo encarpetaste; ahora, a hacer guita. En el mundo físico, podés ir a puntos donde haya compradores: tiendas (mi favorita siempre fue La Batikueva), torneos, lugares donde hay mucho juego casual (en su época, los shoppings de Caballito y Villa del Parque), dealers de galerías y espacios verdes como el Parque Rivadavia. Sé educado, esperá a ofrecer tu carpeta entre rondas, llegá temprano cuando muchos buscan cartas para terminar sus mazos, o quedate hasta terminar el evento. Muchos te van a ofrecer tradear, evaluá si te sirve o negate, nadie se va a ofender.

Ahora bien, en el mundo digital, podés vender publicando en redes y marketplaces. En mi experiencia, lo que mejor funciona online son los grupos de Facebook. Algunos como Magic the Gathering Argentina, Tradeo/Compra/Venta de cartas Magic entre jugadores, MTG Tradeo Argentina, MTG! casual, tradeo y mas!, y muchos otros, tienen una gran comunidad de jugadores activos.

Todo vuelve a empezar

Regresás a casa con guita nueva y cartas viejas. O sin ninguna venta. No te preocupes. Magic es un juego híper dinámico, como cripto. Mañana va a subir el precio de lo que vendiste ayer (pasa siempre), pasado va a explotar el de lo que no pudiste vender (pasa muy cada tanto, pero pasa). Si no estás en el agite del día a día, no te preocupes por eso. Ya tenés una carpeta, cartas que sabés que tienen valor, una caja con bulk para terminar de hacerte otros mangos y un gran pool de cartas con las que no vas a saber qué carajo hacer: esas que son útiles o lindas o coleccionables pero no tienen hoy un precio relevante. No pasa nada, las guardás en una caja. En unos meses, volvés a empezar el ciclo. Bull market, bear market, correcciones, rallies. Ya tu sabés. Es Magic: The Gathering, el juego más fascinante de todos los tiempos, pero no deja de ser un mercado: no fomées, no tryhardées.