Argentina genera música nueva a un ritmo abrumador. Hace años que se publican más de 300 discos y EPs por temporada. Y en 2024 se superó altamente esa cifra, con meses como agosto, que dejó al menos 50, o como octubre, cuando salieron más de 60. Son 2500, 3000 canciones flamantes por año, tal vez más. Solo en álbumes, sin contar singles, remixes, soundtracks, y bla.
Es un caudal de tracks inmanejable. Este texto no busca ordenar ese caos ni entregar un método para explorarlo, sino aportar una premisa de aplicación valiosa: tu próximo grupo nuevo favorito hoy tiene menos de 100 mil oyentes mensuales en Spotify.
La primera versión de este texto registraba lo sucedido entre enero y agosto de 2024. En los primeros días de enero, estamos subiendo una actualización para sumar los datos finales de todo el año pasado. Además, agregué muchos más discos que habían salido en los primeros meses pero de los que no me había enterado aún. Así, el total de discos analizados pasó de 145 a 276.
Velocidad de escape en el indie argentino
Los 100.000 oyentes mensuales no son un número caprichoso: es un mojón desde el cual los proyectos pueden agarrar velocidad de escape. Los buenos grupos –y/o los que hacen música viralizable– que logran pisar las seis cifras empiezan a amasar suficiente atención (playlists, notas, fechas) como para crecer exponencialmente y hacer sencillamente un x2, un x3. O incluso, en un par de meses, estirarse al millón.
Si hay un grupo o solista muy bueno o llamativo, del palo de la música que te gusta y con más de 100 mil oyentes mensuales, es probable que ya lo conozcas por algún feat, porque tocó con otro grupo más grande, porque alguien de tu círculo lo nombró, porque te suena de alguna playlist o nota en un medio o recomendación de video. A ese nivel de visibilidad, el algoritmo viaja a velocidad crucero, sobre todo si escuchás novedades musicales activamente.
Como parámetro, nomás: Bestia Bebé tiene 50k, Blair 54k, BB Asul 36k, Dum Chica 24k, Un Verano 26k, Barco 22k, Winona Riders 47k, Marki 76k. Todos ellos tocan en festivales y tienen bastante prensa, y todavía están lejos de las 100k. Y los casos que acaban de pasar ese umbral también abundan: Six Sex o Mhtresuno pasaron de 100 a casi 200 lucas en un par de meses, Broke Carrey, Feli Colina y Soui Uno también empiezan a escapar.
Los 276 discos que no tenés por qué escuchar
Para el estreno de 421 me puse a ver qué músicos con álbumes y EPs publicados entre el 1º de enero y el 31 de agosto de 2024 seguían debajo de 100k de oyentes mensuales. Ubiqué más de 180 lanzamientos a ese nivel, pero sumé otras dos restricciones para llegar a resultados con una dispersión más controlada: dejé fuera a todo artista que saque música hace más de 10 años, y volé todos los EPs de solamente tres o cuatro temas. Así quedó un muestrario de 145 álbumes argentinos con cinco o más tracks, de artistas con menos de una década y que no pasaron los 100 mil oyentes mensuales en Spotify.
En los primeros días de enero de 2025, agregué otros 131 discos, publicados principalmente en el último cuatrimestre. Ésta es la lista definitiva con todos esos discos y los datos que crucé para el resto de este texto. Nada que no puedas averiguar en Spotify mismo.
Media hora porque nadie tiene todo el día
Los discos de este censo acumulan 138 horas, 39 minutos y 29 segundos. El disco argentino promedio de 2024 dura casi media hora: 30 minutos y 9 segundos, aunque la mediana está un poco por debajo, en 28 minutos 32 segundos.
Son duraciones similares a las que ya tenían en el origen del pop y el rock argentino algunos de los primeros vinilos de Los Gatos, Moris (30 minutos de vida, ey), Pescado Rabioso o Manal. En los '80 y '90 el canon se duplicó hasta alrededor de una hora: mucho de Soda Stereo, Sumo, Los Redondos, Virus, Charly, Spinetta, Fito, Andrés, el pop sónico, el rock chabón y el metal argento. Hasta que hace alrededor de 20 años, en el alba del indie post Cromañón, se llenó de lanzamientos de menos de 20 minutos.
Hoy se siguen haciendo álbumes breves: de los 276, hay 155 de menos de media hora, sólo 26 de más de 45 minutos, y apenas 3 que pasen la hora.
Los cinco más largos son los de Winona Riders (No hagas que me arrepienta, 1:09:00, 12 tracks), Cia Rebeck (Everyone has a Backstory, 1:06:00, 12 tracks), Ale Cares y los Magos Farciar (Pescado 3, 1:01:00, 18 tracks), Sirio (Cadillac One, 57:51, 17 tracks) y Rey Bichito (La casa, 56:40, 14 tracks).
Los cinco más cortos los sacaron Buey Solo (Despega, 6:58, 5 tracks), Distante (Nada se puede comparar, 9:54, 5 tracks), Yeyo (Enemigo del fin vol. 2, 12:03, 5 tracks), Joyze (Chacotizado, 13:10, 5 tracks) y Neokira (Sacrificar lo individual, 13:31, 5 tracks).
Trackeando al track
Relacionado –hasta ahí nomás– con la duración está el asunto de cuántos tracks tienen las novedades discográficas argentinas:
- 5 tracks / 31 discos
- 6 tracks / 19 discos
- 7 tracks / 34 discos
- 8 tracks / 47 discos
- 9 tracks / 36 discos
- 10 tracks / 49 discos
- 11 tracks / 16 discos
- 12 tracks / 22 discos
- 13 tracks / 4 discos
- 14 tracks / 7 discos
- 15 tracks / 6 discos
- 17 tracks / 3 discos
- 18 tracks / 1 disco
- 20 tracks / 1 disco
Entre 7 y 10 temas parece ser el estándar. De hecho, el promedio es de 8,96 tracks por disco (2474 sobre 276), la mediana está en 9 y los valores con más frecuencia son 8 y 10. No hay por dónde perderse.
El disco con más tracks de esta muestra es el de Enrique Cenzano, El último malevo, con 20. Después, con 18, está el de Ale Cares y los Magos Farciar (Pescado 3). Y con 17, los de Sirio (Cadillac One), Guli (Creo que necesito ir a dar una vuelta) y Recreo Uruguayo (Luchemos por la vida).
La duración de un disco no se define sólo por la cantidad de temas sino también por sus duraciones, es obvio. Y el promedio acá es de 3:22, alrededor de los 200 segundos, una frontera que también es un canon respetado por la enorme mayoría de las canciones de todos los tiempos.
Para mayor precisión, los lanzamientos con los tracks más cortos son los de Buey Solo (Despega), Sonzai (El caos es la escalera), El Fin del Cuento (Interferencias), Recreo Uruguayo (Luchemos por la vida) y Distante (Nada se puede comparar), todos con un promedio menor a los 2 minutos.
Mientras que los más largueros promedian todos por encima de los 5 minutos y son los de Marcia Deviaje (Imitación de una flor, 8:42), Winona Riders (No hagas que me arrepienta, 5:45), Cia Rebeck (Everyone has a Backstory, 5:30), Juan Depresión (Psoriasis, 5:29) y Palusunsystem (2123, 5:23).
De dónde viene lo que escuchamos
De antemano era indudable que Buenos Aires terminaría con la mayor porción de los lanzamientos, ya fuera porque efectivamente es así o porque me fue más fácil enterarme de ellos (en este punto aclaro que parte del trabajo que hago hace muchos años implica recibir información sobre lanzamientos musicales).
Según el sondeo, el 77% de las obras sumariadas (214 sobre 276) salieron de la ciudad o la provincia de Buenos Aires: 3 de cada 4. La dominación es absoluta, al punto de que le saca dos centenas de lanzamientos a la segunda, Santa Fe (18); y la tercera, Córdoba (13).
Mendoza también tiene un aporte significativo, con 10; y debajo aparece Neuquén, con 5. Quedan con una representación marginal Chubut (3), Chaco, Entre Ríos, Río Negro y Tucumán (2), Corrientes, Misiones, Salta, San Juan y Tierra del Fuego (1).
¿Es ésta toda la música que se publicó? Ni en pedo, y seguramente en todas esas provincias haya muchos casos más. También las otras provincias que no están representadas en este censo sin dudas habrán parido más de un álbum este año. Si conocés más ejemplos, contactame acá.
Los feats como dispositivo comercial y político
Para cortar un poco de tanto revoleo de factos, veamos ahora un apartado con sólo dos opciones, el de los feats (con o sin), uno de los temas en boga en la industria hace por lo menos una década.
De estos 276 discos, hay 121 que tienen al menos un feat. Es un casi absurdo 44% que indica lo normalizado que está que una banda convide a otro a cantar o tocar en sus álbumes, sea por gusto, por mandato o por especulación.
Y sobre ese punto, de los 30 discos de artistas con más oyentes mensuales en Spotify -de los de este relevamiento, claro-, hay sólo 7 que no tienen feats. Y es al revés para los 30 menos escuchados: sólo 4 pudieron pegar feat. ¿Será que las colaboraciones llevan para arriba los números? ¿O que los que andan bien de oyentes solo colaboran con los que están en su liga? ¿Qué pasó primero?
La primera nunca se olvida
El listado de nombres anticipa un profundo postpandemismo. Y los datos lo confirman: 175 artistas, un 63.4% del muestreo, comenzaron a publicar sus canciones en 2020 o después. Si sumamos el año previo, la cifra sube a 215 y llega al 78%.
- 2015 / 11 artistas
- 2016 / 19 artistas
- 2017 / 12 artistas
- 2018 / 19 artistas
- 2019 / 40 artistas
- 2020 / 46 artistas
- 2021 / 36 artistas
- 2022 / 31 artistas
- 2023 / 28 artistas
- 2024 / 34 artistas
Me fascina escuchar discos de artistas debutantes, y este año hay una banda. De cada tres novedades publicadas, al menos una fue el primer disco o EP de ese artista: 94 de los 276, un 34%.
Es más, entre esos hay 34 casos de debutantes absolutos (12%), que hasta que comenzó 2024 no tenían ni una canción publicada. Cálido recibimiento para Afuera Corren, Amor Indio, Billy Lummys, Blujäus, Bob Crous, Botta, Burzacodelica, Clamor, Cynthia Lozada, Enrique Cenzano, Estrella, Fede López, Felipe Flossdorf, Fenu, Figura Imposible, Gin-Ets, Hijos de la María, Lemu, Lenin Tiene Hambre, Maia Kalwill, Marchitorial, Max Artale, Maxi Ledesma, Muy Anti, Pira Bastourre, Proyecto Fantasma, Ren Casini, Roberto Aleandri, Ronin Zombie, Sangre de Barro, Sasha Eter, Simón!, Sunlid y Tokyo Soundsystem.
¿Qué quiere decir esto? Que el mundo sub 100k es una zona de altísima efervescencia, donde todo el tiempo se renuevan los nombres y los proyectos entran a las trincheras a pelear con apenas uno (94 de 276, 34%) o dos discos (80 de 276, 29%).
A partir de ahí, el ratio cae y cae. Al punto de que casi no aparecen casos de bandas o solistas con más de 6 discos o EPs. Ojalá que esto signifique que la constancia lleva a que luego de ese umbral pases tranquilo los 100 mil oyentes mensuales. Lo más probable es que escaseen los casos porque las bandas que no logran crecer en convocatoria terminan separándose o tomándose cada vez más tiempo entre discos.
Escuchame entre el ruido de los clics
- Hasta 100 oyentes mensuales / 75 artistas / 27.17%
- De 101 a 1000 / 92 artistas / 33.33%
- De 1001 a 10000 / 64 artistas / 23.19%
- De 10001 a 100000 / 45 artistas / 16.30%
Para el final dejo mi conteo favorito, y lo que más me gusta es cómo cualquier banda de cualquier talla saca discos y EPs. No estás más obligado por ser una banda ignota. No estás en mejores condiciones por tener más oyentes. Si hacés música, tenés que sacar música. Corta.
En la acumulada, 231 de los 276 discos, casi un 84%, fueron hechos por músicos con menos de 10 mil oyentes mensuales en Spotify. La mayor parte de las canciones que se publican son escuchadas por muy, muy poca gente. De hecho, sumando todos los oyentes de todos los artistas de este censo, ni siquiera pasaban los dos millones de reproducciones al martes 7 de enero: eran poco menos de 1,8 millones. Y entre los 18 artistas más escuchados concentraban casi un millón.
Zenón Pereyra (94k), Mery Granados (93k), Nación Ekeko (75k), Los Peñaloza (74k) y Plastilina (71k) parecen estar cerca de salir de la zona de los cinco dígitos y agarrar velocidad de escape. Atrás de ellos, Tiger Mood (58k), Juan López (55k), Vale Acevedo (54k), Marttein (54k) y Paz Carrara (53k) completan un Top 10.