"Nos estábamos drogando mucho, fumando montones de porros. Íbamos a las sesiones pero teníamos que irnos porque estábamos demasiado drogados, teníamos que parar. Nadie hacía nada bien, estábamos dispersos, todo el mundo tocando algo distinto. Teníamos que volver y descansar, e intentarlo al día siguiente."
Tony Iommi sobre Never Say Die
Tony Iommi echó a Ozzy Osbourne de Black Sabbath en 1979. El guitarrista-mago sintió que la cosa no daba para más. A raíz de los excesos y demás quilombos completamente comprensibles creados en 10 años de banda, con lo que eso significa, le pidió a Ozzy que agarre sus cosas y se vaya. Y aunque podría haber sido el final de su carrera y su arte, para el cantante se convirtió en un punto de inflexión que catapultó su carrera a la estratósfera.
Si algo caracterizó a Ozzy a lo largo de su vida fue una especie de exceso de vitalidad. Un plusvalor vital cuasi constitutivo que lo llevó a redoblar la apuesta aún en momentos de crisis. Un convencimiento de que, como expresa en la letra de su tema "Desire", del disco No More Tears, nada ni nadie lo iba a parar nunca.
En esa situación conoció a Sharon Rachel Levy, quien ofició de mánager y luego se convertiría en su esposa, gran responsable de la resurrección artística de Ozzy, compañera de toda la vida y madre de tres hijos. En 1981, Ozzy lanzó su carrera artística como solista con un disco para todos los tiempos, dándonos durante su vida 13 álbumes de estudio, varios más en vivo y una infinidad de reediciones, recopilaciones, remasterizaciones, discos especiales, boxsets y toda la parafernalia.

Este artículo tiene la pequeña tarea de armar un mapa introductorio para quienes nunca hayan escuchado a Ozzy, o bien para quienes nunca le dieron bola a su carrera solista. Como siempre pasa cuando muere una leyenda, mucho público se mete por primera vez a escucharlo o a darle atención especial. Así lo señala el Hollywood Reporter en este breve informe donde se ve el crecimiento explosivo de las reproducciones del artista, luego de su partida.
A todos ellos –y a los gordos que lo bancaron siempre– va dedicada esta humilde lista. Como criterio, elegí un álbum por década (o algo así). No están los mejores ni los más escuchados. Es una lista introductoria para dar un pantallazo a las cinco décadas en las que Ozzy compuso música.
Blizzard of Ozz (1980)

El disco que lo catapultó al Olimpo del metal pesado. Un disco mucho más cercano al hard rock que a la oscuridad de los primeros discos de Black Sabbath, en el cual Ozzy encuentra su dupla perfecta: el héroe de la guitarra Randy Rhoads. Pese a la muerte prematura del joven violero, que jugaba en la misma liga que Van Halen, Ozzy entendió que en toda su carrera solista iba a necesitar un soporte musical para hacer dupla. Así dio con la fórmula del éxito: él + un violero del carajo. Montado en este esquema sacaría discos en cinco décadas y marcaría la historia del metal. De esta placa se extraen clásicos que lo acompañarán toda su carrera, como "I Don't Know", "Crazy Train", "Goodbye to Romance", "Suicide Solution" o "Mr. Crowley".
No More Tears (1991)

Después de la muerte de Rhoads, Ozzy sumó a Jake E. Lee como guitarrista y sacó dos discos más: Bark At The Moon y The Ultimate Sin. Pero con la llegada de No Rest for the Wicked, Ozzy encontraría un partner in crime y amigo para toda la vida: Zakk Wylde. Además, una de las bandas con mejores performances en vivo que dio la carrera de Ozzy, inmortalizada en el disco en vivo Live & Loud. Una transición del sonido más Van Halenesco de los discos de Rhoads al sonido denso, pesado y cuidadamente desprolijo de Wylde. Ah, sí, "Mama, I'm Coming Home" salió de acá.
Live At Budokan (2002)

Y como acabamos de mencionar un disco en directo, no podía faltar la adición de uno a la lista. Podría haber sido tranquilamente el mencionado arriba, pero este otro condensa quizá la mejor banda de Ozzy en vivo –o la más sólida, o la que más me gusta a mí–, a saber: Ozzy Osbourne en voces, Zakk Wylde en guitarra, Robert Trujillo en bajo, Mike Bordin en batería y John Sinclair en teclados. Una banda del re carajo que, además, queda registrada en un disco que consolida el repertorio de Ozzy, por entonces ya de dos décadas y pico. Para quienes no tuvieron la suerte de poder ver en vivo a Ozzy, este disco puede hacerles llegar a sentir la energía que había en un recital suyo. Más que recomendado.
Black Rain (2007)

Está clarísimo que en una lista de "los mejores discos solistas de Ozzy", ninguno de los últimos dos llegaría al corte de Top 5. Posiblemente, el último gran disco de Ozzy haya sido No More Tears, y los mejores sean de los '80: Blizzard Of Ozz, Diary of a Madman, Bark At the Moon. Para algunos medios, incluso, éste es el peor disco de Ozzy. Así y todo, sigue siendo un discazo para el resto de los músicos en general. En mi opinión, Black Rain lo tiene todo: sobredosis de Zakk Wylde, un hitazo como "I Don't Wanna Stop" y varias referencias a la guerra en Irak. Un disco que, considero, de forma algo esotérica anticipó la crisis del capitalismo de 2008-2009. Además, fue en la época que Ozzy volvió a Argentina después de una larga ausencia para el Quilmes Rock 2008, lo cual hace que el recuerdo sea más vívido.
Ordinary Man (2020)

Ya tomado por su enfermedad y en los últimos estertores de vida, Ozzy sacó un disco que todos pensamos que era su despedida. Pero el Príncipe de las Tinieblas se había guardado una bala más en la recámara: Patient Number 9, en 2022. Sin embargo, Ordinary Man era la vuelta de Ozzy a los estudios de forma solista después de una década (Scream es de 2010), y conformó un puñado de canciones bastante simplonas, con tono de despedida, pero que daban muestra de que aún quedaba vida en ese cuerpo golpeado. Pandemia de por medio, incluyó colaboraciones con dos traperos y otra con Elton John. Para mí, los mejorcitos del disco son "Today is the End" y "Scary Little Green Men".